Desde entonces, ha ido adaptándose y evolucionando mediante un marco legislativo que ha perfeccionado su estructura.  Consolidándose así como una unidad esencial, no solo para la defensa nacional, sino también para la protección civil en situaciones críticas.

El Real Decreto 1097/2011, aprobó el Protocolo de Intervención de la Unidad. Especifica las situaciones en las que puede ser activada: desastres naturales, incendios forestales, riesgos tecnológicos, emergencias químicas, nucleares, biológicas y radiológicas, así como atentados terroristas.

Además, el Gobierno puede activarla en emergencias internacionales, como parte del Mecanismo de Protección Civil de la UE y el Grupo Internacional de Asesoramiento en Búsqueda y Rescate (INSARAG) de Naciones Unidas.

La Ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil reforzó el papel de la Unidad Militar de Emergencias, considerándola como “servicio público de intervención y asistencia en emergencias”. Estableciendo que en emergencias de interés nacional, la UME dependería directamente del Ministerio de Defensa, lo que permite una activación más rápida y eficaz.

La Unidad Militar de Emergencias actúa cuando el Gobierno la convoca para intervenir en situaciones de emergencia que superan las capacidades de las autoridades civiles. También en las que su presencia es indispensable para apoyar las acciones en el territorio nacional o internacional.  Su despliegue responde a una orden directa del Gobierno español y su actuación se orienta en proteger a la ciudadanía, restaurar el orden y salvaguardar infraestructuras críticas.

El Real Decreto 521/2020 consolidó la estructura y las capacidades de la Unidad Militar de Emergencias, asegurando que la Unidad siga siendo una herramienta clave en la respuesta a las emergencias. Siempre lista para actuar con disponibilidad inmediata y una coordinación operativa avanzada.

Cuenta con una estructura ágil y eficaz que la convierte en un recurso esencial en la respuesta del Estado ante emergencias, tanto dentro como fuera de España.

Sus efectivos están altamente preparados para actuar en situaciones críticas, con capacidad de mando y control. También pueden operar en misiones internacionales de apoyo humanitario o de rescate.

Fuente: Ministerio de defensa